Wednesday, November 30, 2005

El uruguayo de la parada

Curioso cómo uno llega a establecer una relación con un perfecto desconocido.

¿Cuántos de nuestros conocidos son conocidos nuestros por iniciativa propia?

No hablo de aquel amigo que se volvió tal porque era amigo de otro amigo tuyo, que te lo presentó. No hablo de los compañeros del colegio o de la universidad, que son tus amigos porque el mismo ambiente académico propicia esa amistad. Ni de la gente que vive en tu barrio, porque vive en tu barrio. Ni los hijos, hermanos, cuñados, conocidos, ex-novias, mascotas y demás de tíos, vecinos, amigos de papi y mami califican.

Amigos (o tan siquiera conocidos) que son tales porque uno los vio en la calle y empezó a hablar con ellos. Así, de la nada, entran en tu vida.

¿O eso pasa sólo en las películas?

Cuando yo estoy esperando en los alrededores de la Sabana a que me recoja el bus para dejarme en el brete, dispongo de cierto tiempo mientras espero. El otro día me divertía tratando de darle pedazos de coco a una ardilla recelosa que me miraba con aprensión desde un árbol. No tuve éxito, tiré el coco y la ardilla se abalanzó sobre él ipso facto.

Me dirijo entonces a la parada. Ahí está el viejo que todas las mañanas aparece ahí a acompañar a su esposa/novia/hermana, lo que sea que sea, a tomar el bus. La mujer se sube. El viejo, al parecer, estuvo viéndome hacer el idiota tratando de alimentar a la ardilla.

"¿Cuánto vale el agua de pipa?"

-Ni idea, señor.

Claro que no lo sé. El coco lo recogí de un basurero. Pero eso no se lo digo al viejo.

Viejito listo como es, con la experiencia de unos 200 años de vida a sus espaldas, se da cuenta inmediatamente por mi tono y mi pronunciación que no soy normal.

"¿Es usted sordo?"

:s

Increíble. Son pocas las personas que se dan cuenta de esto al instante con sólo oírme.

"Usted sabe que existen tratamientos alternativos para problemas de ese tipo..."

-Homeopatía, por ejemplo?

"Ese es uno. Hay muchos. La magnetoterapia, por otro lado..."

Así continúa la conversación. No es posible. Hablamos como dos personajes de un libro.

Eso fue hace tres días. Desde entonces, este señor ha averiguado de mí mi nombre, que me voy a hacer la operación, mi edad, que he estado de viaje en Israel, que me gusta leer a Asimov, que estudio diseño en la Veritas, y que trabajo en este momento de diseñador, y otros cuantos detalles que mucha gente que me conoce desde hace años no ha llegado a saber jamás.

Yo, por otro lado, sé que se llama Carlos, que es de Montevideo, Uruguay y ha venido aquí hace unos meses con intención de quedarse de por vida (que talvez no sea mucho), que es ateo, que creció en un barrio judío, que de pequeño lo metieron de hojalatero en la familia y ahora además, es plomero, que lee mucho y su principal hobby es estudiar métodos alternativos de medicina en sus ratos libres, entre otro poco de cosas. En estos días me ha dado en las mañanas material de referencia sobre magnetoterapia, fotocopias, datos, referencias bibliográficas y más sobre el tratamiento de problemas corporales con imanes. Parece decidido a convencerme de que no necesito hacerme la operación. Mmmmm. No sé cómo decirle que no me interesa ponerme imanes en el cuerpo y esperar unos años a ver si funciona. Su entusiasmo me desanima a decirle tal cosa. Además, es en cierto modo interesante hablar con él.

Porque es un extraño total de la calle.

Vamos a ver adónde lleva esto. Espero no terminar violado o abducido por alienígenas o algo así. Es un mundo extraño.

7 Comments:

Blogger Jen® said...

uno puede encontrar un buen amigo en casi cualquier lugar del mundo, pitufina :). suena como una buena persona el uruguasho

11:52 AM  
Anonymous Anonymous said...

nunca había pensado en eso... en la forma en que mis distintos amigos han entrado en mi vida, y si, creo que no tengo ninguno que lo haya hecho por mi iniciativa :s

1:08 PM  
Blogger Jaqui said...

Lo interesante de todo, es que ya no es un completo extraño. Ahora es Carlos, el uruguayo, que te aconseja sobre medicina alternativa, y con el que te gusta hablar.

7:32 AM  
Anonymous Anonymous said...

A mi sí me ha pasado varias veces. La gente se acerca y empieza a hablarme, por lo general no me gusta me aburren o desesperan, la única que sí me pareció que valía la pena, resultó ser una acosadora y pasa mandando mail diciendo qué cuando salimo :S. Sólo la vi una vez en el registro público y ahora cree que soy su mejr amiga o algo.

8:34 AM  
Blogger DCifuentes said...

cuentan los q uno les habla cuando uno ve un partido de futbol, y ambos le van al mismo equipo?

El otro dia, full conversa con un perfecto extraño.

Yo no soy de bares y esas varas... pero, mejor me callo, y le cuento por MSN.

9:47 PM  
Blogger Juanpa said...

Yo soy muy comemierda y elitista como para hablar con extraños.

¿Es que después de conversar se crea algún vínculo? no me gustan los vínculos con gente que nunca ha visto

¿y que sucede si conversaron en la parada y se montan en el mismo bus antes de terminar sus últimas acotaciones al tema? ¿deberían sentarse juntos en el bus aún si quedan asientos libres y normalmente se sientan solos?

¿qué hacer con la muchacha que ofrece taparte de la lluvia en la parada de buses si te la encuentras una semana después en un dia soleado? ¿se saludan?

¿y el mae con el que conversé en la fila del banco? ¿y el que me enseñó la oferta de coca-cola en la fila del supermercado? ¿los debo saludar alguna otra vez?

¿que tal con el mae de otra área de tu oficina? ¿debo siempre saludarlo? ¿debo saludar a todos en la oficina? ¿los mensajeros, conserjes y guardas también son compañeros de trabajo? ¿a la ofina se va a trabajar o a hacer amigos?

que amargado que soy...

2:26 PM  
Blogger DINOBAT said...

Hola que tal?, la vida es un viaje no es un destino, a veces los desconocidos nos enseñan cosas que nunca hubiéramos descubierto en el círculo cerrado en que vivimos, interesante y divertido el blog!, saludos,


JD

4:37 PM  

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